Martin,
Hace tiempo que llevo pensando sobre tu visión en esta entrada y no puedo menos que ofrecer mi visón completamente distinta. Dices que lo peor ya ha pasado, yo creo que todavía está por llegar: aumento de la incidencia de tumores entre la población, aumento de malformaciones fetales, (en 8 meses podremos hacer una valoración objetiva), abortos y una disminución de la salud de muchos ciudadanos.
Además, creo que Japón como exportador y siendo este un mundo cada vez más globalizado y intercomunicado, los efectos de un desastre como éste, no sólo afectaran en su lugar de acción, sino que los efectos ionizantes podrán extenderse fácilmente en distintas partes del mundo. La epidemiología de los próximos años, también me dará la razón.
Finalmente, creo que la energía nuclear no me parece barata, no cuando existe la posibilidad que se produzcan accidentes como éste. Quizás si se instalaran solo un reactor por cada central nuclear, estuvieran en activo el período por el que estuvieron construidas y no se alargase más su vida, y los técnicos encargados de realizar las inspecciones de seguridad no fueran gratificados con cenas y mujeres espectaculares, entonces en este caso, no creo que la energía nuclear sea barata.
Hasta hace poco sí que lo era, pero creo que para muchos ciudadanos que hayan sido afectados de forma directa o indirecta o se vean inmiscuidos en problemas de salud graves en un medio plazo de tiempo, al igual que yo, tampoco pensarán que la energia nuclear sea una fuente barata y limpia.
Gerard Turmo