Los seres humanos estamos diseñados para aguantar radiación natural, ni más ni menos allí donde haya granitos hay radiación, por ejemplo en la Sierra Madrileña, si tienes una bodega o sótano tienes que ventilarlo regularmente.
El cuerpo se defiende de múltiples formas, si el daño en el ADN es pequeño lo repara, si no dispone de suficientes recursos o el daño es muy significativo suicidando a la célula. Cuando nos quemamos al sol y nos “pelamos” no se trata más que de millones de células que han recibido demasiada radiación UV y se suicidan, eliminando una capa de piel. Si penetra demasiado es cuando se puede provocar el cáncer de piel.
La radiación de neutrones de alta energía es como una bala frente al organismo. Cuando se hace una foto de microscopia electrónica de aceros sometidos a radiación se observan “árboles invertidos”(penetra recto y luego forma ramas) de unos centímetros de grosor, en ellos se observa que un sólo neutrón es capaz de distorsionar la célula cristalina de miles de átomos. Esto penetra mucho más que a la piel, y si las partículas radiactivas se ingieren directamente a los órganos.
Los militares usan uranio en los tanques y en la artillería por ser muy denso y barato. Si contiene pequeñas cantidades de plutónio no se observan grandes problemas en cuanto a radiación(mientras el tanque o los proyectiles están intactos), pero si se han observado en aquellos que han vivido cerca de dónde se han producido explosiones, muchos niños con mutaciones. El polvo producido al explosionar parece mucho más peligroso. Hablar de radiación solamente es engañar a la gente, no es lo único a tener en cuenta.
De la misma forma que los medios de comunicación engañan a la gente para meter miedo por ejemplo porque hay intereses económicos(p.ej invadir Iraq) a veces se produce el efecto inverso: No conviene que la gente deje de consumir arroz de una zona radiactiva que además es la mayor del país(ruina económica), no conviene que la gente deje de ir de vacaciones(ruina turística) o venda sus casas(ruina inmobiliaria). Los medios pueden ocultar la verdad mientras los japoneses desconfíen y con razón.
Por mi familia científica conozco de muchos casos de información que se oculta para “no crear alarma social”, que cómo al científico que ha hecho los análisis se le ocurra publicarlo, se le cae el pelo. No me fio un pelo de los japoneses, ya que desde el primer día han ocultado muchas cosas que resultaban evidentes para alguien que supiera un poco del tema, los japoneses son famosos por callarse para “evitar conflictos”.
La radiación es de esas cosas que ni se oye, ni se ve, ni se huele, ni se siente y toda precaución es poca. A quien no le afecta no le importa, pero cuando te toca vivirlo no te hace ninguna gracia. Que un chaval de 12 años coja leucemia y muera para los padres es peor que la muerte.